Son dos patologías que están relacionadas entre sí. Afectan más frecuentemente a la parte baja de la espalda, sobre todo a nivel de la quinta vértebra lumbar y en algunos casos también afecta a la cuarta.

La espondilólisis se produce cuando el pedículo vertebral posterior se fractura o se rompe.

espondilolisis

Origen congénito: No llega a osificarse la lámina en el proceso de maduración ósea y se mantiene así constantemente a lo largo de su vida.

Origen traumático: Provocado por micro-traumatismos repetidos, que conllevan micro-fracturas a nivel de la vértebra, y al ser repetidos no permiten su correcta resolución. Es típico en deportistas (tenistas, jugadores de fútbol americano, entre otros).

Los síntomas de la espondilólisis son: dolor en la espalda baja, espasmo en la espalda, dolor irradiado a las piernas y en algunos casos esta patología puede no manifestar ningún síntoma.

La espondilolistesis consiste en un desplazamiento de una vértebra sobre otra.

ESPONDILO...

Esta patología suele estar precedida de una espondilólisis ya que cuando se rompe el pedículo al no tener sujeción la vertebra cae hacia delante.

Según se deslice la vértebra hacia delante se denomina “anterolistesis” o hacia atrás “retrolistesis”.

La espondilolistesis se clasifica por grados I. II, III, IV.

espondilolistesis grados

Grado I: desplazamiento anterior del 25%

Grado II: desplazamiento anterior de más del 25%

Grado III: desplazamiento anterior mayor a 50%

Grado IV: desplazamiento anterior mayor al 75%

Los síntomas que pueden verse son: lumbago, tensión muscular (tendones de la corva tensos), dolor entumecimiento, parestesias en los muslos y en los glúteos, rigidez, sensibilidad en el área del disco desplazado, debilidad en las piernas.

Hay casos en los que la espondilolistesis no se produce por la rotura de los pedículo si no que viene dada por una degeneración debido a la edad, en este caso por el propio desgaste la vertebra no tiene fijación y crea una luxación anterior.

En casos de dolor no agudo y con posibilidad de movimiento se recomienda practicar ejercicio de fortalecimiento sin causar impactos y acudir a un profesional cualificado para equilibrar los posibles desajustes tanto vertebrales como viscerales que puedan estar facilitando que la patología curse con dolor.

El tratamiento osteopático junto con un programa de ejercicios suele ser bastante efectivo en la mayoría de los casos.

La cirugía sólo es necesaria en las espondilolistesis de grado III y IV en las que se demuestra que el deslizamiento provoca compresión nerviosa causando pérdida de fuerza importante o progresiva

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