Cervicales
Las CERVICALES se encuentran en un lugar bastante delicado del cuerpo humano, debemos poner en ellas especial atención para cuidarlas y mantenerlas sanas.
La COLUMNA CERVICAL la forman 37 articulaciones distintas y su función principal y más importante es sostener el peso de la cabeza y permitir que podamos realizar diferentes movimientos además de controlar todos los órganos de nuestros sentidos: vista, oído, olfato, gusto y tacto.
Además, es en la columna cervical donde terminan todas las compensaciones de la columna vertebral. Es por esto que hay que tener muy en cuenta los desajustes producidos en el resto de la columna que, como consecuencia, puede producirnos una lesión secundaria y ser esta la causa de nuestros padecimientos cervicales.
A lo mencionado anteriormente, hay que sumarle que la musculatura posterior de nuestro cuerpo, que es la que tenemos en la espalda, es la que lucha por mantener erguida nuestra cabeza y así poder mirar al frente.
Este esfuerzo de compensación corporal por mantener nuestra postura erguida o por una mala postura en el trabajo, el sedentarismo y por consiguiente la pérdida de masa muscular que le acompaña, es lo que produce una musculatura posterior sobrecargada que deriva en disfunciones cervicales.
En rasgos generales, podemos decir que existe una DISFUNCIÓN CERVICAL cuando encontramos sobrecarga en los trapecios, tortícolis, dolores de cabeza, vértigos… Estos síntomas pueden venir como consecuencia de una patología ósea, articular, muscular o por la combinación de varias de ellas. En otros casos, puede ser debido a una disfunción del hígado por mal funcionamiento o por la sobrecarga de un excesivo trabajo del órgano.
Todo ello se valora realizando un exhaustivo diagnóstico osteopático antes del tratamiento.
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